Mi abuela nunca compró perejil

La compra
Donde empieza el cocinar
Creo que hacer la compra es tan importante como cocinar, de hecho es el primer paso. Cocinar es un acto de amor y este amor se refleja en la atención para elegir los ingredientes, conservarlos y cuidarlos. Cuando bajo al mercado pienso siempre en las cosas que me decía mi abuela, cuando la acompañaba a hacer la compra: la comida tiene que perfumar!
Además, algo que me viene a la mente es su manera de hablar. El pescadero, el carnicero o el charcutero le sugerían de todo. La manera de cocinar el cordero, los mejores cortes de cerdo o de vacuno para un evento o una fiesta (de las obligadas como la semana santa o la fiesta de los santos del barrio) todo esto gracias al carácter social y curioso. Me acuerdo que mi abuela nunca pagó el perejil porque era la conclusión del ritual de la compra: el saludo como si fueran familia, comprar la carne, los consejos para la preparación, la negociación sostenible por ambas partes, el perejil que le regalaban por ser ella como es y el saludo cordial.
Claramente esto solo pasa en los mercados tradicionales y a personas como mi abuela que pasó toda la vida comprando en el mercado y viviendo la compra de manera muy personal.
Comprar socializando
Ahora los tiempos son diferentes. Muchas veces entre nosotros y el carnicero, el charcutero y el frutero hay un paquete y una nevera donde están apilados y clasificados los productos que tenemos en nuestra lista de la compra ya pre-elaborados de manera standard, sin posibilidad de preguntar y, de consecuencia, aprender. Pero todavía podemos hacer algo. Si estamos pensando en un menú particular, algo especial para nosotros, para nuestra pareja o para nuestros hijos, podemos ir al mercado, o en cualquier tienda de nuestro barrio que predisponga de una carnicería con carnicero, o con una charcutería con charcutero, por ejemplo. La compra en vivo, como me gusta llamarla. Hablar, preguntar, buscar un consejo sobre la estacionalidad de un producto, sobre la preparación y sobre las sugerencias de su preparación. Todo con una sonrisa en la boca y respetuosos con el trabajador y los otros clientes que tenemos al lado.